domingo, 27 de febrero de 2011

La tela de araña.




Hoy último domingo del mes de febrero, el sol luce con una fuerza increíble en Andalucía, las noticias no paran de repetir lo benévolo que es nuestro clima, y yo no puedo más que darle la razón a dichas noticas. El paseo que dado esta mañana ha sido lo que podríamos decir acalorado.
Hoy tenía que salir, no resistía más la sensación de soledad que me está invadiendo de nuevo. La soledad del corazón me refiero, ya que solo nunca estoy gracias a dios. Estas semanas me han pasado muchas cosas, unas buenas y otras malas… cosas que ni yo sé como surgen y se marchitan, como flor cortada. A veces el sentimiento es incluso de culpabilidad por haber destinado a tal fin eso que me pareció tan bonito, y que es como al cortar la planta a sabiendas de que su disfrute seria ínfimo, ¡y lo hacemos…!
Aprovechando el dolor de estos días, durante los cuales he tenido la suerte de que una persona cercana a mi exasperara conmigo, llegando a decirme cuatro verdades que al principio me dolieron como puñales afilados clavados en mi punto más vulnerable… y que provoco que viera mi vida de otra manera. Haciendo que haya abierto los ojos de nuevo.
Su intención puede que no fuese esa, igual solo pretendía hacerme ver una realidad, ¡pero yo he destapado aun más! Una caja de pandora propia, que me ha hecho sentir vergüenza. Cuando he mirado atrás y he comprendido que la razón por la cual he tenido conflictos con personas cercanas… podría no ser fruto de su intransigencias sino por mi terquedad, presunción o ingenuidad. He querido esconderme en mi cárcel de sentimientos, para lamentarme como siempre de lo injusto que parece ser la vida conmigo… pero eso es lo primero que voy cambiar, pues he comprendido que la cárcel que cree es tan frágil y franqueable como la que se construye con paredes de papel… cualquier simple lagartija podría penetrar y romper mi soledad… la vergüenza si no es demostrable no sirve para nada… mi vergüenza la pasare frente a quien defraude.
Ayer llame a mi ex para pedirle disculpas por como la trate estos últimos años, mi antipatía por alguien que me había hecho tanto daño, estaba ya injustificada… era injusto que alguien tenga que pagar más de lo que yo tarde en olvidar… así que era una tontería tenerle odio a alguien que por el contrario le deseo la felicidad cuando encuentre lo que tanto anhela.
También en limpiado mi corazón de antojos, caprichos y demás… es curioso lo preparado que estoy para decidir si puedo o no puedo. Creía que no podía pero también me engañaba… alguien que ha vivido solo toda su vida no puede negar que la soledad de mi corazón es voluntaria, igual se llena con el amor de una lagartija... como con el amor de una historia lejana... pero aun no se lleno como yo deseo...
Y en fin… una semana para anotar en mi diario.
Antes de irme quiero contaros una historia real que me hizo recordar el libro que estoy leyendo ahora… ¡ah! un libro que me lleve a mi cárcel y que me hizo reír al leer esta frase:
Decía así “no lo crea… bueno: yo no me encuentro en ese caso ahora. De modo que cuente la historia con todo detalle. En sitios como éste, las gentes adquieren ante el que observa, un valor que puede compararse con el de una araña a los ojos de quien la contempla en un calabozo. La araña en un calabozo tiene una importancia que no tendría para un hombre libre.”
Esta frase que trata de explicar lo importante que es para el que escuchaba, el valor de cada descripción o detalle para el perfecto entendimiento de la historia,... me ha gustado mucho.
A mí me ocurrió algo parecido a lo del calabozo. Durante mi servicio militar fui destinado a la bahía de Algeciras… no me aburrí, aunque mi destino era en una oficina, alternaba guardia con oficina y oficina con guardia, cada dos días tenía una tarde libre y el resto estaba lo que diríamos armado hasta los dientes. Como cada 19 días libraba dos, lo que era un horror pues tenía novia y claro está la echaba demasiado en falta. Dedicaba la tarde libre a descansar, leer o simplemente pensar en ella…tumbado en mi camareta.
La cama la más alta dejaba a pocos metros de mí unas vigas metálicas donde descubrí una bonita tela de araña. Al principio no le di importancia, pero cada vez la observaba más y más. Era curioso como esa araña permanecía inmóvil ante mi… durante las mismas horas que yo… ¿Igual me observaba al igual que yo a ella? Con los días fui observando cada movimiento, regularmente ella revisaba la tela de araña supongo que buscando fallos o simplemente manteniéndola limpia… a veces los numerosos bichitos caían en la red y sorprendido veía algunos capullitos envueltos en algunos lugares repartidos como el mismo azar hizo que el desdichado insecto tropezara con tan bella trampa…
Jajaja reía al pensar cuantos restos de comilonas tiraría encima de mí durante la noche.
Advertir al soldado encargado de la compañía que le hacía responsable de mi araña… como la guardia de 24 horas la pasaba alejado de allí,, hice prometer que no la quitaría. Es mas aunque yo era cabo no podía ordenarle tal cosa, así, que utilice el poder tan inmenso que da ser la persona encargada de rellenar el cuadrante de guardias, permisos y demás… nadie se atrevería a contrariarme pues podría haber hecho que sus guardias fuesen con la gente problemática, que el fin de semana que quería librar tuviese guardia o que la navidad o fiestas pringara. Supongo que pensaba que estaba loco, pero fuese la razón que fuese cuido de que nadie me quitara tal distracción.
Debo admitir que esta posición de poder siempre la utilice de la manera más justa posible… Pero si es verdad que agradaba a quien lo merecía y a mis amigos… siempre era grato volver a casa todos los amigos juntos.
La araña siguió conmigo durante todos esos meses que estuve allí, algo tan simple lleno horas de soledad en aquella cárcel que padecí. Al leer recordé emocionado como es verdad que una araña para la gente no significa nada… pero cuando la soledad es tan acuciada la mera presencia de un ser tan insignificante puede hacer tambalear la balanza hacia el lado de la cordura…

Hoy al sentirme solo... de nuevo busco en mí un nueva distracción algo que me haga seguir adelante, solo espero que no sea otra araña jajaja…

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