domingo, 17 de abril de 2011

¿Razón o Sinrazón?




¡He decidido ir a verla!

No sé como reaccionare, ya que mis sentimientos están bastantes enfrentados.
Por una parte deseo besar sus labios… abrazarla fuertemente entre mis brazos… mientras le repito al oído una y otra vez que la amo más que a mi vida. Deseo acariciar su pelo… rozar sus labios perfilados con mis dedos, acariciándolos suavemente mientras los recorro por completo. Necesito volver a oler esa aroma a flores que desprende su piel…

Por otro lado me asusta pensar que no la puedo tener. Me asusta pensar que cuando la vea… tendré que fingir que no la amo, tendré que fingir que no la deseo… y tendré que fingir tantas cosas, que temo no podre hacerlo sin que ella perciba mi mentira.
¿Cómo podre mentir y ocultar? algo que siento tan dentro de mí, que fluye a borbotones hacia el exterior como lava fundida. ¡He maldecido tanto el día en que la conocí!… que no recuerdo ya si han sido, cien… ¿mil veces?, o incluso diez mil veces… y es que desde que la conocí sabía que mi vida estaba condenada.

Fingir no amarla… o pedir amarnos en secreto ya era doloroso y no tardaría en acabar con nosotros… tendríamos que renunciar a todo para vivir ese amor prohibido.
El destino había jugado de nuevo conmigo y yo había vuelto a perder. No puedo arrojarla a una vida de sufrimientos junto a mí, y finjo desamor para alejarla incluso a sabiendas de lo que ella sufre por ello.

Pero es tan grande para mí la carga de haberme enamorado de una chica mucho más joven que yo, que no podría enfrentarme a las miradas criticas o cuchicheos de la gente sin agachar la cabeza, y eso no se merece ella… por eso lloro en silencio mi cobardía por desear rozar su piel y no poder gritarlo al aire sin importarme el qué dirán. Lamento cada segundo que pierdo engañándola o aparentando mi desinterés, ha llegado un punto en el que he perdido el sentido de la realidad y ya no sé si vivo una verdad o una mentira. Cierro los ojos y veo su cara, los abro y veo su cara. Maldita sea mi cabeza que se pelea con mi corazón… mientras yo no puedo decidir nada…
Mañana estaré con ella cara a cara y aun no se que diré o que pasara… tampoco sé que será de mi…

¿Qué será de ella cuando la abandone por temor o vergüenza?… ¿tampoco sé si podre perdonármelo yo algún día?… o peor aún, si ella conseguirá no solo perdonarme… sino entenderme. Pero si se, que ahora soporto mejor su pérdida, y busco una razón para amar a otra… pero veo su cara reflejada por todos lados. ¿Cómo podre olvidarla? y ¿cómo refrenar el deseo que me atormenta de hacerla mía?, ¿pero y si esto ocurriese?…

“Entonces puede que nada ni nadie, pudiese ya hacer que la olvidase… moriría amándola”.


Y tantas preguntas quedarían supongo contestadas….


Nota: esta historia me ocurrió hace ya al menos diez años… a veces el presente se asemeja tanto al pasado que me asusta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

Mi foto
Puerto Real, Cadiz, Spain