viernes, 17 de noviembre de 2023

El deseo


Me cruzado esta tarde contigo y por suerte no me has visto… me quedado observándote mientras te alejabas caminando totalmente absorto en tu suave caminar. 

Cuando te perdí de vista, por fin me he dado cuenta de que me había quedado congelado al verte, no hubiese podido llamarte ni saludarte. Simplemente me quede quieto, inmóvil e indefenso. ¡Congelado!

Y es que noto el frío en mi interior, desde que tú no estás conmigo. Mi cuerpo y mi mente se sienten vacíos de aquellos sentimientos que tu despertabas en mí, y que daban calor a un alma como la mía, solitaria por naturaleza, imagino que creada por la orfandad de cariño.

 

He levantado el brazo. ¡Ya no estas!, pero mi mano aun así se mantiene en alto. 

¿Y si entre los cientos de personas que ya me impiden verte? tu, vuelves la mirada y mi mano te llama la atención. 

¡Es imposible! Como podrías sentir mi llamada desde cientos de metros y mucho menos imaginar que esa mano por encima de tanta cabeza es la mía que suplica que te detengas… para que escuches todo lo que mi corazón desea decirte.

Tampoco podría confesarte lo que siento, aun así, lo deseo. 

Cuanto daría por poder decirte que nunca nadie en mi vida a despertado tanta pasión, tanta alegría y tanta felicidad… tan solo con su presencia.

Si te hubiese dicho antes todo lo que te amaba, todo lo que tú significabas para mí, puede que no me sintiese tan culpable como me siento en estos momentos.

Echo de menos tanto el tacto de tu mano, tu sonrisa, esas conversaciones tontas y esos paseos llenos de risas. Echo de menos el calor de tu cuerpo y tu aroma. Todo lo que era estar a tu lado se me antoja ahora mucho más hermoso.

¡Cuanto te quiero aún hoy!, tanto tiempo después de que te fueras. No soy capaz de encontrar eso que sentía contigo en otro lado, y lo peor es que nunca te lo dije, nunca supe disfrutarlo mucho más de como lo disfruté. Y por desgracia igual nunca lo sentiste.

 

Sigue caminando dulce atardecer…

 al menos puedo verte recorrer las calles de nuestro pueblo, admirándote cada día con más amor si cabe, que cuando nos conocimos.

1 comentario:

  1. los andares de la amada marcan el compás de su mirada, así como el bombeo de su corazón que le da la energía suficiente para recordar sus tiempos antiguos. Una obra fantástica

    ResponderEliminar

Datos personales

Mi foto
Puerto Real, Cadiz, Spain