viernes, 26 de febrero de 2010

El puente de madera.


Hoy ha sido un día bueno. Los días tan malos que azotan Andalucía, han dado una tregua. Una tregua que no es solo, sino la antesala de lo que los científicos acaban de llamar "ciclogénesis explosiva", o lo que es lo mismo "la tormenta perfecta". Yo no había escuchado esto en mi vida, pero vamos, me he apresurado a hacer lo poco que tenia, que hacer.
Hoy es mi último día de vacaciones, y es viernes, así que me apresure a ir al banco a gestionar el cambio de mi tarjeta. He ido para nada, después de soportar una cola de casi treinta y cinco minutos, la chica de la mesa me comunica, que mi tarjeta no está disponible. Al parecer he tardado demasiado, en acudir y la han destruido. Con una sonrisa, ya que nada mas podía hacer, le he dado las gracias a la muchacha, y le pedido que me vuelva a llamar cuando la tengan preparada de nuevo.
Al salir del banco, la calle peatonal está abarrotada de personas, esta calle es la arteria principal de mi pueblo, hoy no hay clases, y la calle está llena de mujeres haciendo las compras diarias, acompañadas de sus hijos.
El alboroto debo admitir que me marea y me pone nervioso, circulo esquivando cochecitos, niños, y señoras con sus carros. Que seguro la mayoría van vacios. Pero que a tantas señoras les gusta llevar.
Giro a la derecha para buscar su paralela. Esta, aunque con tráfico rodado, es mucho más rápida y tranquila.
Hace años que se restauro una iglesia de esta calle. Es tanta la curiosidad de ver como terminó, que decido entrar. Esta vacía, una señora sentada en una mesa, a la cual conozco, me sonríe y me pregunta que hago allí. Con una sonrisa le digo que la curiosidad me ha hecho entrar, ella se ríe, pues pensaba que venía por la muestra de fotografías antiguas que se exponen. El caso es que una vez dentro lo primero que admiro es el interior de la cúpula. El silencio es increíble, ha sido entrar y el bullicio de la calle, se ha convertido en un silencio maravilloso. Las fotografías son de principios del siglo XX. Son de una calidad excepcional. Las que más me llama la atención, es el puerto de la ciudad de Almería, yo lo visite hace años, y en la foto la ciudad es un poblado con poco más de cien casitas. De la iglesia, su estructura está totalmente renovada, todo lo religiosos se ha sustituido por unos murales de pésimo gusto. Pues los dibujos son demasiados toscos, no sé, si así se dice de manera fina, que son una puta mierda.
Una vez en casa y ya por la tarde, recuerdo el escrito de "La llamada", que escribí hace poco, terminaba diciendo que no volví a ese lugar. Así que me animo y decido ir.
Al llegar nada mas aparcar el coche, saco la cámara. Se ve todo tan bonito, que empiezo rápidamente a hacer fotos a todo lo que me gusta.
Estoy nervioso, voy a ver mi árbol. Ese árbol al que tanta gente le hable. Son solo unos veinticinco metros, los que nos separan. Lo recuerdo muy bien. El puente de madera que nos separa, salva un caño no natural, horadado por el hombre, para defender la zona del avance Napoleónico. Este sitio tiene una historia crucial, para los españoles. Cientos de gaditanos y puertorealeños defendieron este último bastión, dando su vida, en un intento de que Cádiz no cayese. Y lo consiguieron. Lo que aquí se vivió, es muy intenso para mí.
Me paro en el centro del puente, a un lado tropas Napoleónicas, al otro los españoles. No me hace falta cerrar los ojos para soñar con el fragor de la batalla, he leído varios libros sobre esto y los recuerdos de los hechos se me vienen solos. Es triste para mí que muy pocas personas conozcan nuestra historia.
Pero no puedo intentar esconder lo que realmente siento, así que respiro hondo... huelo el aroma del mar, la tierra mojada, los arbustos de los márgenes, que desprenden un intenso olor, que se huele a cientos de metros, palpo la madera del puente, la toco una y otra vez. Escucho el agua,, y un ave que no conozco. El día está nublado, para nada se asemeja a los recuerdos que tengo, de los días en los que era feliz, o creía serlo. Pase tantas veces por aquí y no me supe impregnar de todo esto, que ahora noto como muy dentro de mí, que es como la primera vez que veía el mar, la primera vez que notaba su olor, la primera vez que notaba la brisa fresca, la primera vez que notaba la áspera madera del puente...
Un chico en bicicleta me saca del letargo, y termino de cruzar el puente. La otra orilla está invadida de vegetación. Cojo un pequeño sendero y veo mi árbol. Lo toco y le hago algunas fotos. A diez metros una joven pareja, llama a su perro, que no para de husmearme la pierna, jajaja les digo que no pasa nada, y siguen a sus cosas.
El árbol esta igual que siempre, pero la marca del alambre a desaparecido. Me alegra y me sorprende, ¿será cierto que el árbol se recupero totalmente? Miro alrededor, ¡extrañado! por si equivoque el árbol, pero es imposible.

Toco de nuevo la corteza, ¿notara que lo toco?
¡Creo que sí!
Es hora de volver...



Nota: De vuelta a casa, sonrío. Me siento como el árbol, totalmente recuperado de las heridas del pasado. Al menos físicamente jajaja
La foto esta tomada por mi.

miércoles, 24 de febrero de 2010

El guardián de la nuez. ( II parte)






Como todos los años, la recolección de las nueces era el acontecimiento más importante de la comunidad. Todos los habitantes del pueblo participaban.
La recolección se llevaba a cabo a finales del otoño y significaba la llegada del duro invierno. Aunque todos trabajaban, la cosecha se repartía de manera excesivamente injusta. La mitad era para el rey y su corte, un diez por ciento se repartía el párroco y el alguacil, otro diez para el convento y los enfermos, y el resto se repartía entre los aldeanos. Este último reparto también era demasiado injusto.
Nuestro joven aprendiz, trabajo muy duramente todo el día. Muchos chicos lo hacían, además de ser una obligación, para los jóvenes suponía mas una distracción, pues jugueteaban, se reían y se hacían gracias para impresionar a las muchachas. Al caer la noche, todos los jóvenes que eran los últimos en el reparto esperaban impaciente la parte que les correspondía por derecho. Y después de largo rato, a los últimos incluyendo a nuestro pequeño joven, solo les toco recibir, ¡ una solitaria nuez !

Los jóvenes, algunos malhumorados rehusaron la nuez, otros simplemente se marcharon cabizbajo, y otros como nuestro joven, corrió a casa con la satisfacción de saber que ya era uno más, en el complejo engranaje del poblado.
Durante el camino a casa, nuestro joven dudo que hacer con la nuez.
¿La abriría y se la comería de inmediato?, ¿la guardaría?, o por el contrario,¿se la daría a mama, para aumentar la cantidad del hogar ?...

Estuvo todo el camino de vuelta a casa dudando que haría.
Al llegar a casa se le quito las dudas, la cesta con tan solo veinte nueces, significaba que el invierno seria este año muy duro.
Su madre con el amor que solo una madre sabe dar, rodeo a su hijo entre sus brazos y le dijo que no hacía falta que diera su nuez. Esa nuez era suya, la gano con su esfuerzo y trabajo, y solo él tenía derecho a disfrutarla...
El joven contento subió a su alcoba, y riendo rodeo con sus manos la nuez y se dispuso a abrirla.
No lo consiguió.
¡Extrañado! golpeo la dura nuez contra el suelo, pero tampoco se abrió. Entre sorprendido y enfadado, cogió un gran martillo, y la golpeo... pero la nuez seguía sin abrirse.
Corrió al granero y la lanzo desde lo más alto que pudo, la nuez no se abría.
¿Qué ocurría?

Solo se le ocurrió consultar a su padre.

- ! padre!, ¿cómo es posible que mi nuez no se abra?

El padre que ignoraba el motivo, contó a su hijo lo primero que se le ocurrió.

- ¡hijo! la nuez debe de ser mágica, se abrirá solo cuando te ganes el derecho a abrirla y te recompensara con algún bien...

El joven sorprendido, comprendió que tenía algo maravilloso entre sus manos y volvió corriendo a su habitación. Mientras el padre apesumbrado, lamentaba si había echo bien en mentir a su hijo.

El joven cogió una bonita cajita, y acomodo entre algodones a la nuez. Cada día al despertar le daba los buenos día y la mostraba al sol matinal. Cada noche la tapaba y la acurrucaba a la luz de la luna, mientras le contaba las mil y una aventuras que vivía, cuido de la nuez no se sabe cuanto tiempo...tampoco se sabe si alguna vez consiguió abrirla...


Hoy tenemos la oportunidad de soñar como termina este bello cuento.




Nota: dedicado a todos los que leerán este cuento y soñaran con él.

martes, 23 de febrero de 2010

La cascara de nuez. ( I parte)





Este relato cuenta la curiosa historia de una bella princesa, que vivía en un alto castillo de un bello paraje italiano.
Como en todos los sitios, las muchachas, con sus risas y juegos se escuchaban a diario en los patios de palacios, aparentemente todas eran igual de felices, pero la bella princesa, no llegaba a serlo del todo.
Sus contantes miedos a no conocer un amor verdadero, la atormentaban y la hacían muy infeliz. Como cada muchacha, soñaba con un príncipe azul, que la amase con locura y que sus bellas facciones, engendrarán hijos que luego serian reyes, bajo el sol de un amor verdadero.
Pero su estatus, solo atraía a pretendientes interesados en su posición y riquezas, y eso a la princesa no solo la hacía infeliz, sino que la atormentaba cruelmente.
Tanto lloraba cada noche que una hada, se apiado de ella.
¡Bella princesa! si tienes todo en la vida, que te hace tan infeliz.
La princesa conto sus penas al hada, y ella dijo que aunque lo tenía todo en la vida, la atormentaba no conocer un amor verdadero.
El hada, le dejo tres largos palitos de naranjo. Le conto que solo con partirlo por la mitad obtendría el deseo que quisiese.
La princesa tan feliz, olvido su tristeza y empezó a pensar que pediría.
Durante días deliberó, pensando que podría pedir... ¿Pediría un filtro de amor para conquistar un bello príncipe?,¿ pediría ser la más bella del país?, ¿pediría que solo existieran príncipes azules como deseaba?...
Después de un rato pensó que eso no sería natural, e ideo una prueba para los cientos de pretendientes e incluso cada joven casadero del pueblo que deseara participar.
Los reunió a todos en el gran salón de su palacio, y comunico que ella apareceria en breve. Ella deseo que se sirvieran solo una copa a cada uno de los presentes de las mil botellas diferente que estaban expuestas, cada cual elegiría la botella que deseara, se les comunico que solo una contenía limonada, todas las demás solo contenía agua, el hechizo haría que los puro de corazón, pudiesen ver el interior, sin afectarle ni la forma ni la calidad de la botella...
Nadie acertó....
Triste y derrotada pensó durante días que podría hacer con los dos palitos restantes.
Se le ocurrió que se convertiría en un estatua de ella misma, y que cada aspirante a su amor pasearía por delante de la estatua, y pensaría en voz alta el motivo de su interés hacia ella....
Lo que escucho la entristeció tanto,... nadie fue capaz de aportar un sentimiento de amor puro. Lo especial de ella, se le había vuelto en su contra, su belleza, su inteligencia, su riqueza interior, su amabilidad y simpatía. Nadie valoraba su personalidad, todos deseaban solo sus riquezas y su poder.
La princesa se desilusiono tanto con la vida que rompió su tercer y último palito...
Su deseo fue:


Ser encerrada en una cascara de nuez, fuerte y dura, hermética y duradera , permanecería por los siglos encerrada en ella.....solo un amor verdadero rompería su dura coraza...

Y así permanecerá por los siglos de los siglos, esa bella princesa, si nadie lo remedia…

Tengo el placer de haber tropezado con la nuez… el destino de momento me la dio a mí… yo la cuidare hasta que a la bella princesa se le cumpla su deseo.





Nota: quien sabe si un día abrimos una nuez, y el deseo de alguien se cumple...



Para Marta con mucho cariño.

sábado, 20 de febrero de 2010

Atrapado.

Acabo de toser, no podía respirar y algo entro en mi garganta, he saltado de la cama como un resorte. Pero algo ha golpeado mi frente y he caído aturdido. El golpe ha sido muy fuerte. No entiendo que pasa, me he tocado la frente y esta húmeda. Aunque he abierto los ojos no veo nada. Mis brazos palpan a mí alrededor y solo noto que estoy atrapado en una especie de hueco. La respiración debido a la incertidumbre y el miedo es muy agitada. Toco arriba, la superficie es rugosa, deja caer como arena sobre mi cara, sigo tosiendo es muy difícil respirar. Las piernas puedo moverlas, pero están aprisionadas, a mi lado hay espacio, pero no sé hasta dónde ni que hay.
Solo recuerdo que ayer me acosté de madrugada, y ahora estoy aquí. ¿Qué ha ocurrido? he gritado, creyendo que era una broma, pero esto no puede ser una broma.
He estado diez minutos pensando. La vista parece haberse adaptado. No veo nada, pero no sé cómo, puedo intuir que tengo cerca. He intentado hacerme una idea del habitáculo, parece que el techo lo tengo a tan solo 20 centímetros, sé que estoy sobre el colchón pues lo noto, he intentado dirigir mis brazos hacia la mesita de noche, debe de estar cerca, puede que consiga encontrar mi móvil, o algo.
He retirado las piedras de mí alrededor, en un intento de sentirme libre, pero las piernas no las consigo liberar. Estoy poniéndome nervioso, grito cada minuto dos o tres veces socorro. Pero me está entrando sed, será mejor que ahorre energías. Cogeré una piedra y hare ruido golpeando los hierros del cabecero de la cama. Ayer me parecía ridículo y hoy es maravilloso que sea de hierro. Como estoy boca arriba, el brazo se me cansa demasiado rápido, golpeando hacia atrás. Mientras descanso no hago ruido, quiero escuchar si oigo a alguien más, solo escucho mi llanto y noto mis lágrimas, me estoy derrumbando como la mierda hotel, que elegí ayer con las prisas.
Estoy asustado, y llevo llorando no se cuanto tiempo. Las piernas y la espalda no me duelen, pero necesito moverlas un poco para que me circule la sangre. Acabo de darme cuenta de que mi reloj, tiene luz, ¡dios que maravilla! lo he encendido, al pulsarlo y he visto mi mano estaba manchada de sangre, ¿debe de ser de mi frente? Esta seca, es buena señal supongo. La luz no vale para nada, no veo nada con ella, solo me servirá para mirar la hora, o dios no lo quiera, los días.
No se me ocurre nada, salvo esperar y golpear los hierros. He pensado si seré capaz de beberme mi propia orina, como salen en las películas, ¡creo que no!, además como lo hare, eso no salía en las pelis. No se me ocurre como recogerla, ni mucho menos si realmente me ayudara o si de lo contrario me hará enfermar.
He decidido no dormir, estaré todo el tiempo atento, por si alguien viene a rescatarme.
Un temblor sacude de nuevo el hueco. Cierro los ojos y me encojo lo más que puedo. Gracias a dios paso rápido. No ha ocurrido nada, todo sigue igual, pero eso me ha desmoralizado aun más. Si ha sido un terremoto y no un derrumbamiento, las posibilidades de rescate se han disparado negativamente. Si la ciudad ha sido arrasada los tiempos y las probabilidades de rescate se han reducido.
Llevo más de 12 horas aquí, debe de ser de madrugada. Tengo un temor, que se me acaba de revelar. Habrá alimañas que se puedan escurrir por el hueco, ¡odio las ratas! el repelús y el miedo, me está atemorizando tanto que estoy sufriendo una crisis de ansiedad. Dios mío porque me ha pasado esto, nunca debí hacer este viaje.
Estoy empezando a sentirme mal, creo que tengo fiebre o es el calor, además me he hecho las cosas encima. Sigo llorando, y golpeando el hierro.
El aire esta cada vez mas viciado, me surge otro temor, moriré asfixiado, ¿se acabara el oxigeno?....Grito de impotencia y vuelvo a llorar.
Han pasado dos días, no lo sé muy bien, empiezo a sentirme deshidratado, me duele la cabeza y el cuerpo esta entumecido. Mi mente esta delirando recuerdos de mi juventud, recuerdo cuando me enamore por primera vez, cuando mi madre me acurrucaba en la cama, recuerdo a mi padre trabajando en el taller e incluso huelo las margaritas que teníamos sembradas en el jardín... las lágrimas no cesan de brotas de mis ojos.
Más de tres días aquí... solo deliro pensamientos e ideas absurdas. Me estoy sumiendo en un letargo, del que no despertare.
Bebo en sueños litros de agua y corro libre por la playa. Es un sueño muy bonito, veo como los niños juegan en la orilla, dos cometas arriban en el cielo, luchan por librarse de las cuerdas que las unen al suelo, el viento aunque fresco, arrebata al sol un poco de su calor y el ruido de un motor, revela la presencia de un barco. Hace más fresco, y noto como la luz es más intensa, el ruido del motor se acerca muy deprisa. ¡Me asusto!, la luz me ciega, el frio eriza mi piel, el ruido se hace ensordecedor.... ¿qué ocurre?

Alguien me grita.



Nota: esta noche cuando os acurruquéis en la cama, y os tapéis hasta arriba, permaneced un rato en silencio, dejaros envolver en la oscuridad durante unos minutos, imaginaos que han sentido tantos desafortunados no solo en Haití, sino en cientos de desgracias. Encended la luz de vuestros relojes por las victimas de Haití. A veces entender la tragedia es más valioso que el donativo

viernes, 19 de febrero de 2010

El miedo y la lealtad....dan como resultado la Estupidez



Todos sabemos lo que es el miedo, no voy a explicároslo.
Lo único es contaros una anécdota juvenil, una de esas que os gustan tanto.
Durante esos años salíamos cada día, daba igual que fuese martes, o sábado. El botellón estaba mal visto, solo alguno se atrevían a ir al parque, refugio de fumetas y litroneros.
El grupo formado en mayoría por solteros y alguna que otra pareja, estábamos muy unidos. En esos años, todos nos reuníamos en un determinado lugar, miles de personas, nos apelotanabamos en poquísimos metros cuadrados, repartidos entre la intersección de varias calles, presidido por un bar, de reconocida fama.
Como cada noche, la animadas charlas, se mezclaban, con bromas y alcohol, discusiones y alcohol, risas y alcohol, y todo era felicidad.
El grupo a veces de veinte personas, amigos de toda la vida, solo tenía un punto débil. Las mujeres.
No sé si fue la indumentaria, la marginalidad de los grupos heavy, pero para acercarse a quince tíos con chupas de cuero, y greñas había que pensárselo dos veces. Así que ya sabéis el éxito que teníamos.
Aunque era solo fachada, la mitad se sacaba una carrera y la otra mitad ya trabajaba. Y yo no estaba ni en una ni en otra.
De la mil y una historias que podría contar, me centrare en una que me dejaría chafado para mucho... mucho tiempo.
Una noche, cuatro chicas amigas de un compañero, salieron con nosotros. Eso traería consecuencias a corto y largo plazo. Al principio todos con demasiado temor, apenas hablaban. Para mí eso no fue problemas, pues hablo por los codos y rápidamente me situé en una posición aventajada.
Eso traería aun más inconveniente. A la siguiente semana, las tornas habían cambiado, a cada paso todos nos sentíamos mas relajados y cada cual sacaba su plumaje más impresionante para impresionar a lo que en ese momento eran...posiblemente los mejores objetivos a la vista.
En este momento se despertó entre los amigos más inseparable del mundo, sentimientos contradictorios. Cada cual atacaba al de al lado, en un intento ruin de obtener una posición mas privilegiada.
Realmente, no estaba interesada en ninguna, pero había una chica que me gustaba, hable y reí tanto con ella, que supongo que mas que ella, me gusto su personalidad. Y lo pasaba genial con ella.
Creo que salieron con nosotros en navidad la primera vez y estos hechos, que ahora resumiré pasaron justo una semana antes de carnaval. No podre olvidarlo.
Total, esa noche, ya teníamos listo y decidido todo para hacernos los disfraces, estábamos en un bar. Cuando para mi paso algo demasiado humillante, esta chica se me acerco y me dijo: que si quería tomar algo, solo tenía que decírselo, (ella acomodada social) y yo sin trabajo y sin dos duros en el bolsillo, -ni siquiera hubiese podida invitarla yo a ella-. En esa época yo salía solo con 300 ptas. Ese era mi presupuesto.
Supongo que algún avispado amigo, habría dejado caer mi situación económica por descuido, además ya llevaría tras de mi supongo, algún puñal que otro imagino clavado en mi espalda. Recuerdo las burlas, ¿me se tuvo que poner una cara?, yo solo miraba alrededor y veía como se reían...y decline amablemente la invitación y poco mas, ¡me sentí tan humillado! Supongo que la chica lo hizo con buena intención, pero yo como un joven que era, me cayo muy mal, demasiado.
En esa época, tenia cientos de amigo, la noche de carnaval, íbamos todos disfrazados iguales, yo no dije nada pero pase toda la noche, apartado. Fui de grupo en grupo para evitar estar con mis amigos, estaba muy molesto. Esa misma noche, después de varias horas, que me pase con otra gente, me encontraron en medio de la plaza Jesús, y me tuve que unir a ellos de nuevo. El alcohol hace aun más gallitos a determinadas personas y pase una noche de burlas y bromas hacia mí, que se suponía que ellos entendían que divertían a ellas.
Aguante como pude.
Va esa noche esa chica se enrollo con un amigo. Ya me daba igual todo la verdad.
La relación se formo, y durante meses los veía abrazarse y besarse.
De veras que no me molestaba, ella me gustaba, pero era más feliz con el hecho de que no perdí nada, al revés gane más. Pues esa chica se me pegaba cada noche, y se pasaba horas conversando conmigo.
Yo siempre he sido bastante hablador y moderado bebedor, con lo que ofrecía una compañía estupenda. A los meses, empezaron a surgir varios problemas en la pareja. Yo no sé que hacían entre semana, pero lo que era el finde si. Cuando presencie la primera pelea, comprendí, que mi presencia, no les ayudaba. Con lo que empecé a esquivarlos, y entretenerme en otros grupos, igual estaba a diez metros o simplemente me iba a otro sitio.
El problema de puerto real, es que es tan chico, que te encuentras con cualquiera veinte veces si no quieres.
El 13 de junio, era mi santo. Y esa noche, ella hizo una cosa que dejo a muchos con la boca abierta, incluyéndome a mí y al novio claro esta...
En medio de la noche saco un regalo, era pequeño, del tamaño de una caja de cerillas grandes, y estaba envuelto. Yo no sabía si era una broma, pero lo cogí y lo guarde, avergonzado. Ella exclamo ¿pero no lo vas a abrir?
Y claro está, lo abrí, era un bonito mechero con un grabado de un cuadro de Van Gohg, tipo zippo. Posiblemente caro. Yo fumaba, la verdad y no era mal regalo. Le di las gracias y me escabullí en cuanto pude de la tensa situación.
Esa noche al final cuando solo quedábamos unos pocos, comentamos el hecho y me dijeron de todo, pero yo solo pensaba que estaba mal.
Cuando coincidí, con mi amigo, "el novio". Le pedí disculpas y le dije que sentía si le había molestado, pero que no pensara nada extraño, que no tenía ni la menor idea de que me fuese a regalar nada. El apenas me presto atención, luego solo me comento que parecía ser que no les iba bien, había un pequeño problema de comunicación. El reservado y poco hablador, no llegaba supongo a conectar con una chica tan vivaz.
Me sentía mal, yo nunca traicionaría a un amigo, y les hice un vacio aun más grande. Al poco rompieron la relación, y todo volvió a su lugar.
Años después, volvimos a coincidir, nos veíamos en algunos lugares. Y retomamos la amistad. Incluso el, ya tenía otra novia.
Pero hice mal, como sabían muchos, mi interés por ella, solo recibía advertencia, sobre el ridículo que haría y lo mal que quedaría.
Y me forje una idea de inferioridad, que me obsesiono tanto, que aun hoy no sé si fue eso, la lealtad a mi amigo o simplemente el hecho de que fui un cobarde, pero nunca fui capaz de expresarles mis sentimientos.
Nos vemos a veces por el pueblo, y somos muy buenos amigos.



Supongo que mi cobardía, y mi obsesión de creer que no podría hacerla feliz, ha impedido que sepa nunca, el motivo de su simpatía hacia mí.


Nota: para nada quiero dar una imagen trágica... estas cosas son las que han forjado mi personalidad y mi vida. Estoy bastante contento de haber vivido tantas cosas. Saludos a todos, y espero que os guste.

jueves, 18 de febrero de 2010

Cuando la vida, parece que te da la espalda.




Justo a dos meses de haberme dejado mi pareja, por motivos aun inciertos. Tuve la mala suerte de perder a mi padre. Después de más de dos años luchando contra un cáncer. Aunque esos dos años fueron un regalo para nosotros, pues después del primer ataque, la operación que parecía un remiendo de solo meses resulto ser, de dos años de disfrute de un padre que hasta ese momento y como pasa casi siempre, el trabajo no nos dejo disfrutar.
El primer año fue muy bueno, la recuperación fue muy buena, aunque con bastantes limitaciones, podía realizar una vida medio normal. Bajaba a la tienda a vernos, compraba cuatros mandados y se echaba la primitiva. Cosas tan simples como parecen, lo hacían muy feliz. Pero el segundo fue peor, la anemia se volvió crónica y la metástasis empezaba a hacerse muy evidente. El último año lo pasamos en una habitación del hospital. Pero aun así estaba con nosotros.
Pero al final paso lo inevitable, y ya muy precario su estado, paso lo mejor que podía ocurrir.
Puede que algún día cuente más sobre él, pero de momento permitirme que no os cuente más, pues es bastante doloroso aun, para mí el recuerdo de estos hechos en particular.
Creo que es evidente que este fue un motivo más de mi fracaso sentimental, pero este será otro capítulo, que también es, aunque menos también muy complicado.
Al hecho que vamos hoy es que, cuando me quise dar cuenta no solo me quede sin padre, también me quede sin pareja, sin amigos y sin nada.
Volví a casa de mi madre, y durante un año casi, no hice, ni tuve ganas de nada. Aparte de trabajar claro está, leer y poco más. Pero me compre un ordenador y puse una conexión a internet. Y ahí empecé a buscar no sabía bien que. Me hice un Messenger, pues escuchaba a la gente, de cómo hablaban con amigos y chateaban. Y durante meses, cada noche entraba un rato en algún chat con la esperanza de que pudiese hacer alguna amistad y así conversar, y poder matar algunas horas de aburrimiento. Mi primer contacto, fue el chat terra. ¡Por dios no lo repetiré jamás!, ahí se hablaba de todo, nadie sabía quién era quien, un desastre. Lo abandone pronto. Luego entre en uno que era un video chat, no solo hablas sino que ves a quien está al otro lado. Aquí me entretuve más. Y la gente se daba el messenger , etc. Aquí no creáis que tuve suerte, algún comentario que otro, pero nada más. Otro desastre.
Pero había una chica, ¡con el pelo azul! me llamaba la atención, yo le comentaba cosas y al poco me dijo que le hablase mejor por el messeger. Y así conseguí mi primer y único contacto.
Después de esto hablábamos de vez en cuando, (ella os contara algún día que pensó sobre mi), pero yo, cuando llegaba de trabajar, me divertía escuchando sus cosas y problemas.
Es cierto que poco a poco, me fui recuperando. Me compre un coche nuevo, y me daba mis paseos, el cine me encanta y en verano o cada vez que podía salía a tomar algo.
Pero al año, aun seguía hablando con esta chica catalana. Cuando la conocí solo tenía 19 años, al principio pensé ¿estará mal, que hable con una chica tan joven?
Cada noche me contaba que le ocurría, me enseñaba cómo funcionaban las redes sociales, conocí el Facebook, Tuenti y casi todos los demás, me dio un curso avanzado de lo que estaba de moda y cosas así. Me divertía mucho. Y yo la ayudaba con sus trabajos de instituto.
Yo creía que todo me pasaba a mí. Y estaba equivocado. Durante el primer año. Se enamoro, y al poco su chico, la dejo por su mejor amiga, volvió a intentarlo y volvió a fracasar. Probo con una chica, cosa que me costó entender, pero si eres "bi", es lo más normal, también fracaso. Y multitud de anécdotas más, tanto buenas como malas. Hija única, fui para ella un hermano mayor, con los años, he pasado con ella cada una de las cosas que la ha preocupado e ilusionado, sus temores, sus miedos, sus sueños, yo solo he tenido que estar ahí cada noche, que me necesito. Acordarme de enviarle algo en su cumple y felicitarla, en navidades y cosas así. La riqueza que durante estos años me proporciono, cuidar de esta alocada chica, no solo me hizo despertar, me hizo no sentirme solo.
A ella no le han salido algunas cosas muy bien, cosas que no puedo contar, pero será feliz, porque yo me encargare de guiarla en lo que pueda.
Ser "hermano mayor" para mí ha sido un sueño..... Aunque no sé quien ayuda a quien...

-. Para Susana.-
La Sirena de Deltebre.

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Puerto Real, Cadiz, Spain